Años atras yo era un monaguillo en el templo que esta cerca de mi hogar, tambien forme parte de un coro y despues sali de la iglesia decepcionado de las actitudes y de la institución religiosa. Despues de esa etapa en mi vida me aleje de la iglesia para solo asistir en aquellos eventos sociales en los que la buena comstumbre requiere que todos los convidados asistamos a la iglesia previo al festejo.
Hoy con mi padre acaparando la computadora y mi tio Gabriel al acecho con sus historias de ficción estaba tan harto que mejor me sali y probe suerte en el templo, lugar donde pase la mayor parte de mi adolescencia como lo dije antes, y encontre las mismas caras arcaicas que ahuyentan a los jovenes con sus grillas de siempre, peleandose por descubrir quien de ellos es el mas fervoroso acaban convirtiendose en los fariseos que tanto ataca la doctrina de jesus, tambien vi como los jovenes que sucedieron a mi generación en el coro viven en la hipocresia de revolverse por un lado con el despertar de la sexualidad y por otro en la mojigateria disfrazada, asi note la tremenda realidad de un coro que a la hora de cantar simplemente no suena porque sus pensamientos estan en otra parte...
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