22.7.08

Temacas


Indignados porque hay voces discordantes, mal educadas y criticonas, los Piratas del Congreso publicaron con recursos de los contribuyentes un desplegado de plana completa y toda la cosa en los periódicos de la Capital del Catolicismo en Occidente.

En él, con la firmeza lingüística que caracteriza la forma de hacer política de los machos jaliscienses, afamados por entrones por eso traen pantalones, se quejan de que “algunos representantes de organismos patronales en la entidad… sin guardar las formalidades debidas para con este Poder Legislativo [que es el otro nombre que recibe el Perla Negra] han realizado expresiones dolosas respecto a los integrantes de este Congreso local, estableciendo adjetivos impropios…”.

¡Piratas delicados y sentimentales! No cabe duda que el mundo ha cambiado. Los rudos e insensibles bucaneros, que piratean piratas, se lanzan al abordaje del presupuesto, distribuyen el botín a manos llenas entre sus cuates y exoneran de cualquier culpa actual y futura al borrachín de las mentadas, ahora se quejan porque nadie los quiere ni los respeta y además los insultan con adjetivos impropios.

Habría que recomendar a las cúpulas y no cúpulas empresariales y a todos aquellos que tengan alguna opinión contraria a tan importante “poder”, palabra mencionada ocho veces en el lacrimógeno desplegado, que por favor sus críticas las hagan en voz baja para no volver a herir la frágil sensibilidad de los incomprendidos bucaneros.

Además, los tripulantes del Perla Negra ahora se encuentran luchando contra los temibles fantasmas que habitan Temacapulín, declarados enemigos del progreso y fieros guerreros surgidos del mas allá dispuestos a defender sus viejas casas de adobe.

Los Temacas, conocidos por su fiereza legendaria, quieren detener a toda costa el avance de la civilización y evitar que las aguas purificadoras hundan su pueblito.

Por fortuna, se toparon con la inteligencia natural de los Piratas del Congreso, quienes en un acto de arrojo y valentía le exigieron a los Temacas una propuesta sólidamente fundamentada que contenga “datos técnicos que logren refutar la obra hidráulica”.

Carentes de ingenieros, asesores, viáticos, edecanes, centros de cómputo, helicópteros, choferes, guaruras y hasta de un simple teodolito, los belicosos Temacas y sus aliados de Acasico y Palmarejo recularon ante la firmeza institucional de los Piratas.

Su negativa demuestra al mundo civilizado el poco avance científico y tecnológico que esos pueblos han desarrollado. Y luego no quieren que los inunde el progreso.

Buen punto para los Piratas. Y aun así todavía hay quien dude de su amplia capacidad de trabajo y su probado amor por Jalisco.


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sacado del diario Público, una obra maestra de satira para los politicos locales

Autor Roberto Castelán

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