Disfruto sobremanera los paseos en mi motocicleta, son el antidoto perfecto cuando me siento apachurrado o bien cuando mi mente necesita estar en blanco por instantes mientras navego por las calles como un pirata en alta mar....
La satisfacción es mayor porque la motocicleta que manejo me ha causado incontables dolores de cabeza, es un affaire que se escribe en cada salida, cada vez que me arriesgo a que truene un cable o que se funda un foco o que los frenos hagan caspita mientras voy a ochenta kilometros la hora o bien que un canino se atraviese en mi camino y cambie rotundamente el destino de mis viajes....
Claro que seria lindo tener una moto nueva, una del año que no le doliese nada, pero pienso de la siguiente manera, no renuncio a mi moto por conchudes, es como en las relaciones, siempre habra motos nuevas, (y mujeres nuevas porque no) pero los momentos felices y los desencuentros le van dando forma a la relación entre el piloto y su moto, de igual manera que un noviazgo estable luego matrimonio es preferible para mi a cambiar cada año de vieja y terminar con el corazón hecho mierda.....
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