No se si alguien lo ha dicho y me estoy piratiando el concepto pero me vale. Vivimos enganhados, nuestros ojos no ven todo lo que hay, nuestras orejas no escuchan todos los sonidos, nuestro olfato no huele todos los aromas, esto lo traigo a cuento porque en estos tiempos que la fe es tan fragil y nos vemos arrastrados a una existencia demencial y sin consuelo porque nos sentimos timados por la fe etc...
Por mi parte, me porto bien, soy lo mejor que puedo ser, no hago mal ni me regodeo en el sufrimeinto ajeno y vivo con segundo a segundo buscando la paz.
1 comentario:
Supuestamente Jesús cuando terminaba de predicar algo muy importante, decía: quien tenga oídos, que escuche. El hombre es necio por naturaleza y muchas veces se traga lo que le han enseñado a ver, oir, olfatear, degustar y tocar. pero si tan sólo en lugar de lo anterior escucháramos, oliéramos, paladéaramos y sintiéramos... otro gallo nos cantara.
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