Hay algo que es ordinario en Canada (sigo terco, perdon) y eso mismo aqui en mi tierra resulta fuera de serie: leer.
Echo de menos la biblioteca sin duda la mejor que he pisado desde la arquitectura pasando por el servicio, el acervo y la vida que se respira en ese recinto, gente entra y sale cargando libros como si fuese parte de la canasta basica (lo es en realidad) y uno se puede sentar a leer una revista, el periodico o un buen libro o ya modernamente leer el correo electronico en las computadoras sin que le cobren a uno un centavo...
En mi tierra soy parte de la elite que lee y eso me llena de una ambivalencia pues alla como mencione era parte del colectivo que rodea su vida y se enriquece con literatura y aca discuto autores con personas distinguidas como Karlita o cuando tenia tiempo para charlar conmigo la chata...
Hay pobreza en mi pais, pero no veo porque no darle mas dinero y prioridad a las bibliotecas esos espacios donde se refugia el ser de lo cotidiano y el alma escapa a lugares tan descomunales como lejanos o bien tan lejos de la realidad y cerca de nuestras fantasias.
Ser pobre es algo con lo que se puede vivir, desconocer el placer de leer es imperdonable.
1 comentario:
Qué buen post y qué bueno eres para describir espacios. Me imaginé la biblioteca.
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